La magia de los Dolomitas: una caminata de gran altitud entre Rosengarten y Latemar
Los Dolomitas, declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, son un paraíso para los amantes del aire libre. Entre las impresionantes cadenas montañosas de Rosengarten y Latemar hay un paisaje que hace latir más rápido el corazón de cualquier excursionista.
Un comienzo impresionante: el jardín de rosas
El viaje comienza en Nova Levante, desde donde se toma el teleférico König Laurin hasta las alturas del Rosengarten. Nada más bajar del tren te recibe una vista espectacular. Las enormes paredes de roca del jardín de rosas se elevan majestuosamente hacia el cielo y ofrecen una vista impresionante.
El Hirzelsteig, un sendero de gran altitud, serpentea directamente a lo largo de estas escarpadas paredes rocosas y siempre ofrece impresionantes vistas del Eggental. El sol que sale sobre las cimas baña el paisaje con una luz dorada y acelera el corazón de todo amante de la naturaleza.
El Laberinto de Latemar
Después de dejar atrás el jardín de rosas, el camino conduce al sendero laberíntico al pie del Latemar. Aquí al excursionista le espera un desafío muy especial: un camino que serpentea a través de un verdadero laberinto formado por enormes rocas. Es como caminar por otro mundo, moldeado por el poder de la naturaleza.
Las rocas que forman el laberinto son testigos de un desprendimiento masivo de rocas que ocurrió hace mucho tiempo. Te recuerdan lo cambiante pero constante que es la naturaleza.
El ascenso a Latemar
Después del camino del laberinto, continuamos por el idílico Herrenwald. Aquí puedes sentir la vibrante vida del bosque. Los pájaros cantan, los insectos zumban y el silencio sólo se rompe con el suave susurro de las hojas. El bosque también es conocido por su madera tonal, una madera poco común que se utiliza para fabricar instrumentos musicales.
El camino continúa cuesta arriba, pasando por escarpadas formaciones rocosas, hasta llegar finalmente a Latemar Höhenweg. Desde aquí se tiene una vista impresionante sobre Eggental y se puede disfrutar de la belleza de los Dolomitas en todo su esplendor.
Una conclusión culminante
La caminata finalmente termina en la plataforma de observación del Latemarium. Desde aquí se tiene una amplia vista del paisaje circundante y, cuando el tiempo está despejado, se puede ver incluso hasta los Alpes de Ötztal y Stubai.
Después de un recorrido tan impresionante, te mereces un descanso. En el refugio Oberholz podrá recuperar fuerzas con un delicioso strudel de manzana y reflexionar sobre las experiencias del día.
Los Dolomitas son un lugar lleno de magia y belleza. Una caminata entre Rosengarten y Latemar es una experiencia que no olvidará fácilmente. Es un viaje a través de un paisaje impresionante que toca el corazón y refresca el alma.